Duele tener que escribir estas palabras, pero merece un obligado recuerdo.
Su mensaje de amor ha calado más hondo que aquél fatídico pozo en la sociedad española, uniendo corazones que se extienden al de los niños más pequeños hasta las personas más mayores, hemos sido parte de su familia. Demostrando que es el amor el que realmente une y mueve el mundo, y que es posible comprobar en pocos días la realidad de su gran fuerza.
Muchos hemos llorado su pérdida, nos hemos unido al dolor de sus padres, y hemos rezado quienes somos creyentes con fuerza, lo sentimos muchísimo.
Sin embargo a pesar de los titánicos y sacrificados esfuerzos de alrededor de 300 personas, no pudo ser, no se le pudo rescatar con vida; según los resultados de la Autopsia realizada por los Médicos Forenses, al parecer falleció por politraumatismo el mismo día de la caída; un niño de dos años pesa aproximadamente 12,4 kilogramos con 86 centímetros de estatura.
Se le encontró por dos de los Mineros y un Guardia Civil, que formaban parte del heroico equipo de rescate en su misión de amor desinteresado, que ha demostrado la grandeza de un pueblo como es el español cuando se une por una causa noble, consiguiendo lo que parecía imposible, porque la Montaña se defendió hasta el final atrapando en lo profundo de su vientre la vida de un bello y dulce niño que tenía Derecho a Vivir y a crecer con alegría como cualquier pequeño de su edad. Imaginamos las lágrimas de dolor ante el encuentro de su precioso cuerpecito, la esperanza no se perdió nunca, fue su fortaleza y el motivo de su gran generosidad con riesgo propio de sus propias vidas; imaginamos también la tristeza al tener que recoger en brazos a Julen sin vida, pero cumplieron su misión, no se quedó en la Montaña y ya descansa en paz habiendo recibido cristiana sepultura, junto a su otro pequeño hermano.
Muchas gracias a todos los que habéis rezado por Julen y por sus padres, su familia, sus seres queridos, seguiremos rezando para que puedan sobrellevar tan tristísimos momentos.
-Recordando las bellas palabras de San Agustín, que también perdió a su hijo Adeodato, en plena juventud:
"Fue la soberbia la que convirtió los Ángeles en demonios.
Es la humildad la que hace a los hombres como Ángeles".
En aquella terrible Montaña muchos hombres y mujeres, sacando desde lo más profundo de su corazón los mejores sentimientos con humildad y generosidad, se convirtieron en Ángeles.
Sin duda Julen ha tenido la ayuda de un Ángel de la Guarda que le ha acompañado en todo momento a su lado, sus pequeños bracitos que se encontraban levantados hacia arriba, fueron su acto reflejo de llamada a la confianza en su querido padre y al cielo.
No existe explicación ante tanto dolor, ante la pérdida de una vida de tan corta edad, quienes tenemos fe conocemos que hasta los tres años los niños son Templo y Sagrario del Espíritu Santo, creemos en una vida eterna en el cielo, en el lugar de la paz y de la luz.
Julen descansará en esa inmensa paz, estará en los brazos del Señor que estuvo allí presente en la Montaña de Totalán acompañando a todo el Equipo de Rescate, dándoles esa fuerza, la esperanza que demostraron en todo momento y supieron transmitir sin apenas palabras a todos los que seguimos la noticia a través de los medios de comunicación que también se volcaron en transmitirla uniéndose a los esfuerzos e incluso rezando; y finalmente consuelo.
Julen siempre en la memoria, nunca te olvidaremos. Contigo se ha comenzado a cumplir la frase profética de un gran y Santo Sacerdote, San Pedro Poveda:
"Algún día la ternura moverá el mundo"
Ya hay una nueva Constelación de Estrellas en el Cielo, la de" La Ternura" que ha creado Julen y su brillo es de una inmensa luz, no lo dudéis.
-Publicamos un bonito artículo de Alejandro Jimenez Alonso
titulado
LA GRANDEZA DE UN NIÑO: JULEN APÓSTOL DE LA VIDA
Written by Como Vara de Almendro
No recuerdo qué gobernador, quizás emperador, decía que su hijo pequeño era la persona más influyente de la ciudad, porque el niño dominaba a su madre y ella a su esposo quien, por amor, nada solía negar a su mujer.
Ha vuelto a mi recuerdo esa anécdota, después de los 13 tensos días vividos en torno al pueblo malagueño de Totalán, unido en la lucha para salvar la vida de un niño de 2 años: Julen. Pero lo más extraordinario es que este niño no sólo ha aglutinado al pueblo en una sola alma, sino que ha mantenido en vilo a toda la nación e incluso a buena parte del Mundo. No me extraña que, en el mapa, la figura de Totalán tenga forma de corazón.
Y qué maravilla es el que, en estos momentos de egoísmo, de corrupción, de violencia que vive el Mundo, se haya abierto en el pueblecito de Málaga como un oasis de solidaridad humana y de Fe católica; sí también de esto último, pues la Parroquia de Santa Ana, desde el primer momento, se convirtió en un “hospital de campaña” en el que a diario se ofrecían Misas y vigilias de oración, al mismo tiempo que su Párroco D. Ramón Tejero, coordinaba con el alcalde el avituallamiento para los cientos de voluntarios que acudían al rescate.
Pero hay algo más que viene a mi mente, que no puedo reprimir sin sentirme cobarde, y que quiero manifestar a sabiendas de que molestará a “lo políticamente correcto”, a la corrupción instalada en lo alto del sistema político y social que nos esclaviza. Y es que lo ocurrido en Totalán resalta el valor incalculable de un niño, símbolo de la ternura y de la pureza, semilla viva que trae un mensaje de futuro ya desde el seno materno.
Si el Mundo no hubiera cerrado sus oídos al Sentido Común, podría escuchar el mensaje de Julen suplicando por tantos miles de niños, que mueren destrozados en el seno de sus madres por lo que el último Concilio calificó de “crimen abominable” del aborto. Ese pozo estrecho que durante 13 días se nos ha mostrado dirigiéndose al seno de la Tierra, bien puede simbolizar al útero materno, diseñado por Dios para extraer vida y no muerte, Vida que repueble la faz de la Tierra.
¿Será capaz el nuevo gobierno andaluz de proteger a los miles de Julen anónimos, con una nueva política familiar en la que prime el Derecho de los concebidos a conocer la Luz del Mundo? ¿Tomarán nota los que gobiernan las naciones?
Alejandro Jiménez Alonso
-Terminamos con las palabras de nuestro muy queridísimo Papa Francisco, publicadas ahora mismo en twitter:
"La mansedumbre, la ternura: estas virtudes humanas parecen pequeñas, pero son capaces de superar los momentos más difíciles".
"La mansedumbre, la ternura: estas virtudes humanas parecen pequeñas, pero son capaces de superar los momentos más difíciles".
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